sábado, 14 de marzo de 2015

QUE YO NO






QUE YO NO PIERDA






Que Dios no permita que yo pierda

 el romanticismo, aún sabiendo que las rosas 

no hablan...





Que yo no pierda el optimismo, aún sabiendo 


que el futuro que nos espera puede no ser 

tan  alegre...






Que yo no pierda la voluntad de vivir, aún 


sabiendo que la vida es, en muchos momentos, 

dolorosa... 




Que yo no pierda la voluntad de tener grandes 


amigos; aún sabiendo que, con las vueltas 

del mundo, ellos se van de nuestras vidas...







Que yo no pierda la voluntad de ayudar a las 

personas, aún sabiendo que muchas de ellas 

son incapaces de ver, reconocer y retribuir, 

esta ayuda...





Que yo no pierda el equilibrio, aún sabiendo 

que muchas fuerzas quieran que yo caiga... 




Que yo no pierda la voluntad de amar, aún 


sabiendo que la persona que yo más amo, 

pueda  no sentir el mismo sentimiento por mí...



Que yo no pierda la luz y el brillo en la mirada, 


aún sabiendo que muchas cosas que veré en 

el mundo, oscurecerán mis ojos...


Que yo no pierda la garra, aún sabiendo que la 


derrota y la pérdida son dos adversarios

sumamente peligrosos...


Que yo no pierda la razón, aún sabiendo que las 


tentaciones de la vida son muchas y deliciosas...


Que yo no pierda el sentimiento de justicia, aún 

sabiendo que la perjudicada pueda ser yo... 


Que yo no pierda mi abrazo fuerte, aún 


sabiendo que un día mis brazos estarán 

débiles...


Que yo no pierda la belleza y la alegría de ver, 


aún sabiendo que muchas lágrimas brotarán 

de mis ojos y correrán por mi alma... 


Que yo no pierda el amor por mi familia, aún 


sabiendo que ella muchas veces, me exigirá 

esfuerzos increíbles para mantener la armonía...


Que yo no pierda la voluntad de donar este 


enorme amor que existe en mi corazón, aún 

sabiendo  que muchas veces él será rechazado...


Que yo no pierda la voluntad de ser grande, 


aún sabiendo que el mundo es pequeño...

Y encima de todo...


Que yo jamás me olvide que ¡Dios me ama 


infinitamente! Que un pequeño grano de alegría 

y esperanza dentro de cada uno es capaz de 

cambiar y transformar cualquier cosa, pues ¡la 

vida  es construida en los sueños y realizada en 

el amor!



¿De qué nos sirve vivir, sino sabemos respirar?


 ¿De qué nos sirve soñar, sino somos capaces

 de hacer realidad nuestros sueños?





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