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domingo, 23 de abril de 2017

HABITOS DE LAS PERSONAS CRONICAMENTE INFELICES



Hay miles de millones de personas en nuestro planeta, y muchas son realmente felices. El resto oscila entre la felicidad y la infelicidad dependiendo del día.

Según explica la investigadora  de la Universidad de California a la publicación Psychology Today: “El 40% de nuestra capacidad para ser felices se encuentra en nuestro poder de cambio”.
*El texto a continuación fue publicado originalmente en la edición estadounidense de The Huffington Post.
No es una ciencia exacta, pero estas señales podrían hacerte darte cuenta de qué tan infeliz eres.

Las cualidades de las personas crónicamente infelices:

1. Piensan por defecto que la vida es dura.

La gente feliz sabe que la vida puede ser dura y suelen enfrentarse a los momentos difíciles con una actitud de curiosidad en vez de victimismo. Se hacen responsables de haberse metido en un lío y se concentran en salir de ahí lo antes posible.
La perseverancia ante la resolución de problemas -en lugar de quejarse por las circunstancias- es un síntoma de una persona feliz. Las personas infelices se ven como víctimas de la vida y se atascan en la actitud de “mira lo que me ha pasado” en vez de buscar una salida al otro lado.



2. Creen que no se puede confiar en la mayoría de la gente.

La mayoría de las personas felices confían en sus compañeros. Creen en la bondad de la gente; no consideran que todo el mundo tiene intención de molestarlos.
En general, la gente feliz se muestra abierta y simpática con las personas que conocen y desarrollan un sentido de comunidad a su alrededor.
Los infelices desconfían de la mayoría de personas que conocen y piensan que no se puede confiar en los desconocidos. Por desgracia, este comportamiento va cerrando poco a poco la puerta a cualquier conexión con el mundo más allá de su círculo interno e impide cualquier oportunidad de hacer nuevos amigos.



3. Se concentran en lo que va mal, no en lo que va bien.

Sin duda hay muchas cosas malas en este mundo, pero las personas infelices pasan por alto lo bueno y se centran en lo que va mal. Los puedes ver de lejos, quejándose y respondiendo “sí, pero…” a cualquier aspecto positivo de nuestro mundo.
La gente feliz es consciente de los problemas del mundo, pero equilibran su preocupación con el conocimiento de lo que va bien. Me gusta llamarlo “tener los dos ojos abiertos”.
Los que no son felices tienden a cerrar un ojo ante lo bueno por miedo a distraerse de lo malo. La gente feliz mantiene la perspectiva. Saben que nuestro mundo tiene problemas, pero también dirigen su mirada hacia lo positivo.


4. Se comparan con otros por envidia.

Una persona infeliz piensa que la buena suerte de los demás les está robando la suya. Creen que no hay suficientes cosas buenas y siempre comparan lo suyo con lo de los demás. Esto lleva a los celos y al resentimiento.
Las personas felices saben que su buena suerte y sus circunstancias son simplemente signos de aquello a lo que pueden aspirar a conseguir. Los felices creen que poseen un plan de acción único que nadie puede duplicar ni robar.
Creen en posibilidades ilimitadas y no se desaniman pensando que la buena suerte de alguien limita sus resultados en la vida.


5. Ansían controlar su vida.

Existe una diferencia entre el control y las ansias de conseguir nuestros objetivos. La gente feliz va dando pasos todos los días para lograr sus objetivos, pero se dan cuenta de que al final, pocas cosas se pueden controlar en lo que nos depara la vida.
Las personas infelices tienden a microgestionar sus esfuerzos por controlar todos los resultados y se derrumban cuando la vida les destroza su plan. La gente feliz también se concentra, pero tienen la capacidad de dejarse llevar y no desmoronarse cuando se llevan un chasco.
La clave es centrarse en los objetivos, pero dejar espacio para que ocurra lo peor sin derrumbarse. Hasta los mejores planes se desvían. Cuando algo sale mal, la gente feliz tiene un plan B: seguir la corriente.


6. Piensan en el futuro con miedo y preocupación.

La gente infeliz tiene la cabeza llena de pensamientos negativos y no da una oportunidad a lo que podría salir bien.
Las personas felices tienen una dosis saludable de delirio y se permiten soñar despiertos con lo que les gustaría que la vida les sorprendiera. Las personas infelices tienen la mente repleta de miedos y preocupaciones constantes.
La gente feliz experimenta miedo y preocupación, pero existe una gran diferencia entre sentirlo y vivirlo.
Cuando el miedo llega al pensamiento de una persona feliz, ésta busca qué puede hacer para evitar que ocurra lo que le preocupa (de nuevo, la idea de responsabilidad). Si no está en su mano, se dan cuenta de que el miedo se está apoderando, y lo aparcan.


7. Siempre hablan de cotilleos y quejas.

A las personas infelices les gusta vivir en el pasado. Lo que les pasa, los problemas, son sus temas preferidos de conversación. Cuando se les acaban las cosas que decir, se pasan a hablar y cotillear sobre la vida de otras personas.
La gente feliz vive en el ahora y sueña con el futuro. Puedes sentir sus vibraciones positivas al entrar en una sala. Se emocionan cuando algo sale bien, agradecen lo que tienen y sueñan con lo que les pueda deparar la vida.
Obviamente, nadie es perfecto. Todos nadamos en las aguas de la negatividad de vez en cuando, pero lo importante es el tiempo que nos quedemos en ellas y lo rápido que intentemos salir de ahí.
No consiste en hacer todo a la perfección: son los hábitos positivos de la vida diaria lo que diferencia a las personas felices de las infelices.
¿Te identificaste con alguno de estos 
puntos?




viernes, 6 de mayo de 2016

6 cosas que jamás debes decirle a alguien con Depresión







¿Sabes cómo hablarle a alguien que padece depresión? Quizás las palabras que se te ocurran pueden herirlo. No te pierdas estos sabios consejos, si tienes alguien querido con depresión.


La depresión es una grave enfermedad que afecta a más de 120 millones de personas alrededor del mundo. Quizás hayas notado que tu pareja o alguno de tus hijos andan desanimados y con poca energía. Nuestros seres queridos pueden experimentar episodios de depresión después de perder el empleo o a alguien amado. Esto trae aparejado algunos problemas de salud e inclusive ocasionar grandes crisis familiares que pueden llevar al divorcio.
  • La depresión crónicaDepresión Mayor es un estado de depresión persistente enraizado en muchos factores (incluyendo desequilibrios químicos en el cerebro) que dura por lo menos dos semanas. Esto puede tener un enorme impacto negativo en la vida laboral de un ser querido, la familia, el sueño, los hábitos alimenticios y la salud física. Así que, cuando te encuentras con un amigo, familiar o compañero de trabajo con depresión, asegúrate de no realizar estos seis comentarios.
  •  Aunque a ti te parezcan algo común, suenan algo insensibles para una persona con depresión:
  • 1. Supéralo

    La depresión es un asunto serio, que no siempre es fácil de tratar. Recibir tratamiento profesional de diferentes clases, incluyendo medicamentos con receta, terapia e incluso tratamientos alternativos puede ayudar, pero decirle a la persona: "Debes superarlo" no ayudará en lo más mínimo.



  • 2. No es para tanto

    En realidad no sabes cuán difícil es la situación que está viviendo la persona con depresión. El evento que desencadenó esta afección puede no ser de gran importancia en apariencia, pero la depresión puede causar grandes daños internamente, una vez que ha echado raíces. Aunque no puedas entender por lo que la persona está pasando, trata de no negar o minimizar lo que está sintiendo.


  • 3. Eres débil

    Estar enfermo no es sinónimo de debilidad. Y mostrar una actitud prejuiciosa con alguien que está sufriendo, muestra una falta de compasión y entendimiento que solo hará sentir peor a quien padece. Aunque una persona pueda sentirse frágil debido a sus dolencias, llamarla débil no le dará mayor fortaleza.


  • 4. Deja de quejarte

    Avergonzar a una persona con un trastorno psicológico es cruel y puede causar más daños. Ver a la persona reafirmar los mismos sentimientos de los que quiere liberarse, parece ilógico y puede ser irritante, pero debes tener en cuenta que en el fondo él siente mucha más impotencia. Como seres humanos, tendemos a expresar lo que sentimos la mayor parte del tiempo. Si esa persona fuese feliz, expresaría alegría en lugar de tristeza.

  • 5. Yo ya pude superarlo

    Lo que funciona para ti, no necesariamente va a funcionar para otra persona. La experiencia de otro con la depresión puede ser muy diferente a la tuya. Cada ser humano tiene sus propias predisposiciones biológicas y una historia de vida distinta. Esto hace que el tratamiento sea algo individual e intransferible. Además, superar una situación determinada no significa haber eliminado el problema. Quizás hayas vencido a la depresión en algunos aspectos pero, si todavía no la has resuelto del todo, la misma puede resurgir en cualquier momento.

  • 6. Vas a estar bien

    Ten cuidado al usar esas palabras. Según como las digas puedes parecer desconsiderado, indiferente o frío ante los ojos de tu ser querido. Mantén contacto visual, sonríe de manera amistosa, y si tienes la confianza suficiente con la persona, extiende tu mano, dale un cálido abrazo y una firme palmada en el hombro mientras dices esas palabras. Si crees que va a poder superarlo, deja que lo sepa.
    Recuerda mantener tus sentimientos acerca de la vida y todos sus altibajos en perspectiva al dirigirte a alguien con depresión. 
  • Incluso si ves una solución simple, una persona deprimida puede ver solo desesperanza y vacío en su futuro. Mantén una comunicación abierta y los lazos fuertes en tu familia espiritual y biológica.
  •  En este momento, esa persona a quien amas te necesita más que nunca.








lunes, 11 de abril de 2016

5 MANERAS DE TERMINAR CON EL DOLOR EMOCIONAL




5 maneras efectivas de terminar con el dolor emocional


en esa zona de confort donde te guste estar. Supéralo y sal adelante, no debes dejar que te hunda, sino debe ayudarte a crecer.
  • Todos hemos pasado en algún momento de la vida por un dolor emocional. Éste puede tener muchas razones: infidelidad, desprecio, desamor, divorcio, la pérdida de una persona querida, entre otras tantas. Sin embargo, no por ello se debe de aceptar vivir de forma permanente con ese dolor.
    Como primer paso hay que reconocer e identificar que el dolor emocional está afectando tu salud y tu vida y, peor aún, a quienes te rodean. 
    Recuerda que a lo largo de la existencia sobrevienen triunfos y decepciones, pondera esas victorias como alegrías y adquiere inmunidad ante las decepciones y el dolor, convierte el sufrimiento en resistencia. No importa si eres de las que internaliza el dolor o si lo tienes a flor de piel, a la vista de todos, considera los siguientes consejos si de querer sobrellevar el dolor emocional se trata:

  • Aprende cómo hacer de esa experiencia dolorosa y difícil una oportunidad de aprendizaje para mejorar y salir adelante ante cualquier situación.


  • 1. A lágrima viva

    No ignores tu dolor, voltea a verlo de frente. Una gran manera de gestionar el dolor es el llanto, por increíble que parezca; ese acto aporta grandes beneficios porque libera las emociones negativas, genera bienestar y alivia el estrés. Deja salir tus sentimientos, no los reprimas, eso te ayudará a pensar con mayor claridad; pero, ¡cuidado!, procura que no sea por demasiado tiempo, más bien establece un límite y date un respiro para pensar.
    Otra forma de expulsar el dolor se da mediante la expresión de ideas sobre lo que te pasa: escribe, dibuja, canta, pinta, de este modo descargarás tus emociones. El objetivo es liberar tu mente para poder alcanzar la claridad necesaria y generar soluciones.

    • 2. Primero tú, luego tú, después tú

      Para liberarse del dolor es recomendable disfrutar de los momentos de felicidad disponibles a tu alrededor, busca los rincones donde brillas y eres feliz. Nada mejor para renovar las fuerzas ante el dolor que retomar tus gustos y aficiones por espacios de tiempo que te permitan desahogarte y retomar tus energías; descubre tus habilidades y establece nuevas metas; ilusiónate con cosas nuevas y sonríe. "Ve más allá de tu dolor".


    • 3. Eres otra, descúbrelo

      Una vez que has logrado desahogarte y ver el lado brillante de la vida, es momento de que comiences con una nueva etapa para ti y quienes te aman. Debes saberte más valiente, capaz y segura de alcanzar esas metas y sueños. Para eso necesitas estar consciente de que la gente a tu alrededor es tu nueva fuente de energía, de la cual te rodearás para descubrirte y evitar darle demasiada importancia al dolor. Al reinventarte con nuevas metas, encontrarás personas que te ayudarán a vencer el miedo. Sal de tu zona de confort y atrévete a hacer cosas que jamás habías pensado que podías hacer.

      • 4. Reflexiona, ora

        Para encontrar con mayor claridad la solución a los problemas que te provocan dolor emocional, reflexiona y medita, aprende de los errores y aciertos y asume los desafíos de la vida. Un ejemplo de ello es la oración, donde se encuentra la paz tan buscada.

      • 5. Busca a un especialista

        Si aun realizando estos sencillos pasos sientes que no has podido superar el dolor, pide ayuda a un especialista, que sabrá guiarte en este duro proceso. Todo tiene solución, incluso el dolor en tu corazón.
        Todos hemos pasado por cualquier tipo de dolor emocional y salir de ello es muy sencillo siempre y cuando reconozcas que tu vida y salud son lo más importante.


      • Llénate de energías y esperanzas hacia un mejor y más brillante día. Aprende de las malas experiencias y enséñate a ti misma a que puedes vencer cualquier obstáculo. La fortaleza está en ti.









sábado, 20 de junio de 2015

CUANDO EL EGOISMO HIERE



Cuando el egoísmo hiere 

(Personalidades Narcisistas)







  En ocasiones, las personalidades narcisistas suelen atraernos en un principio. Puede que hasta te deslumbren. Pero es un brillo fugaz que acaba haciéndote daño. 
Son personas que a primera vista parecen muy seguras de sí mismas, saben ensalzar sus propias virtudes y el mundo, simplemente, parece girar a su alrededor como un satélite alrededor de un planeta.
No debes dejarte engañar por su aparente atractivo… porque en su centro, habitualmente solo hay vacíos e inseguridad. Todo revestido de unas ansias muy afinadas por maquillar defectos de personalidad muy evidentes.
El narcicismo es uno más de esos perfiles tóxicos que todos nos hemos encontrado alguna vez, es necesario pues saber defenderse, saber tratarlos para mejorar en lo que podamos su forma de ser para poder convivir con ellos. Siempre que te sea posible, evidentemente, siempre que no veas vulnerados tus valores y tu propia integridad.

¿CÓMO IDENTITICAR A LA PERSONALIDAD NARCICISTA?






   1. Suelen  ser hipersensibles. Sus cambios de humor son casi constantes y varían en función de si son reconocidos o no en sus círculos personales y sociales. Si los demás no ven su valía, sus aciertos y su superioridad, se sienten maltratados y muy dañados. Son hábiles manipuladores.
2. Buscan siempre sentirse importantes. Les trae sin cuidado el contexto o la situación.
3. Hemos de ir con cuidado en ocasiones, si les criticamos o les llamamos la atención, su primera reacción será ponerse a la defensiva. Pueden increparnos incluso señalándonos que lo que sentimos en realidad por ellos, es envidia.
4. Aparentan siempre preocuparse por los demás y expresan su deseo por apoyarnos.Pero ese apoyo esconde siempre un doble filo. Explotarnos. Siempre esperarán algo a cambio. Su interés no es sincero, puesto que su priorirdad es siempre su propia persona a pesar de que a primera vista, nos despiste su cercanía y calidez.
5. Suelen ser adictos a criticar a segundas y terceras personas. Sus palabras siempre son hirientes cuando la persona en cuestión, no está delante. El criticar los reafirma a ellos, les hace sentirse importantes, de ahí que casi siempre estén comparándose con los demás.
6. Son hábiles “traficantes de culpa”. Saben manipular en sus conversaciones para que los demás se sientan mal, para llamarnos la atención y atacar nuestros sentimientos.
7. Suelen tener bastantes amistades. Pero son amistades vacías sin apenas cercanía o autenticidad.

¿CÓMO TRATAR A LAS PERSONAS NARCICISTAS?





Debemos tenerlo claro. Tras su solvente apariencia y sus locuaces palabras, hay solo una persona que en realidad, se percibe a sí misma como incapaz. Suele envidiar muchos aspectos que otros tienen, su autoestima es muy frágil y se defienden siempre con una especie de coraza que lejos de protegerle, lo que hace es alejar a los demás.
Hay narcisistas más dañinos que otros. Si adviertes que en el fondo de dicha persona sobresale más su debilidad de carácter que el continuo ataque del narcisista clásico,vale la pena hacerle entender las siguientes dimensiones:
-Con su comportamiento aleja a las personas, y lo único que conseguirá es sentirse más vulnerable y más solo.
-Debemos también hacerle ver en primera persona sus propios comportamientos. Dale un ejemplo de cómo habla anteponiendo siempre el pronombre “yo”, de cómo no tiene en cuenta a los demás. Pregúntale cómo se sentiría él si fuera tratado así.
-Explícale cuáles pueden ser las consecuencias de seguir en esa misma línea: que los demás dejen de tenerlo en cuenta, que lo vean como un personaje ridículo que solo busca aparentar y que al final, se convierta en su propia marioneta. Alguien roto y solo.
-Hazle entender que la autoestima se construye desde dentro, con uno mismo. No tenemos por qué necesitar reconocimiento externo para querernos a nosotros mismos. No es de fuera-adentro, sino de dentro-fuera.
Ahora bien, si la persona narcisista está dentro de tu círculo social o laboral, y no ves forma de poder ayudarla o hacerle ver su “toxicidad comportamental”, debes poner pautas en ti mismo para defenderte. Pon límites desde el principio. 

Si te molesta alguno de sus excesos e intenta manipularte haciéndote un favor para que luego tengas que devolvérselo, niégate. Es importante poner pautas desde el principio para que no se excedan. Para que nos conozcan y comprendan que con nosotros no pueden jugar.
Sabes que al marcar barreras la persona narcisista se va a enfadar, se van a sentir ofendidos y te lo harán saber. Debes estar preparado, pero tampoco les temas demasiado, porque la forma en que te lo harán saber es utilizando el victimismo. 
¿Cómo me puedes hacer esto con la de cosas que yo he hecho por ti?”, “No me digas que no, porque yo soy la persona que más te respeta y la que más espera de ti”… estas son frases muy habituales ante las que deberás ser firme.
Piensa además que las personas narcisistas tienen un carácter volátil. Si hoy están enfadadas mañana te dirán que te adoran. Si hoy están taciturnos, mañana estarán exaltados.
 Tú mantén tu propio equilibrio y nunca cedas a sus chantajes, no seas ese satélite que va a su alrededor y no dejes que su “yo” invada tu espacio personal. 
Pon límites y piensa siempre que en el fondo de su ser, son personas muy frágiles que solo ansían aparentar.
Abre tu paraguas y protege tu felicidad.

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domingo, 14 de junio de 2015

COMO SON LAS PERSONAS QUE NOS ATRAEN





¿Cómo son las personas que nos atraen?



Todas las personas pueden aportarnos algo en la vida. Toda relación enriquece de una forma u otra pero es probable que pienses que cuanto más diferentes a ti las personas de las que te rodeas mejor te complementarás y más te aportarán. La ciencia ha tratado de estudiar si verdaderamente los polos opuestos se atraen o preferimos relacionarnos con quien compartimos gustos y actitudes. 

La primera presunción planteada es la que nos dice que los polos opuestos se atraen y que las personas nos emparejamos para complementarnos ha sido ampliamente estudiada. Estos investigadores creen que las personas elegimos con quien compartir nuestra vida conforme a la capacidad de esa relación para satisfacer sus necesidades. Un ejemplo sería que una persona muy dominante elija a alguien sumiso para relacionarse y viceversa.
En segund lugar nos plantean la opción de que los polos opuestos no se atraen. De esta forma, valoran la posibilidad de que entre nosotros y las personas que nos rodean haya mayor semejanza en las actitudes que lo que se esperaría por puro azar.

¿Qué suposición va ganando la batalla?
Parece que, aunque la creencia popular de que los polos opuestos se atraen está muy arraiga, la investigación indica de manera abrumadora que la regla es la semejanza. 
Este planteamiento es el que está siendo evidenciado una y otra vez: somos más parecidos a nuestros amigos y parejas que lo que se esperaría si nos emparejasen de forma aleatoria con cualquier otra persona. No obstante, uno de estos estudios plantea que la similitud quizás es más percibida que real. 
El estudio dirigido por Wetzel (1979) mostraba con claridad que nos sentimos más atraídos por personas con ideas similares; esto se explica porque percibimos que vamos a estar más de acuerdo con esa persona y tendemos a acercarnos o sentir más afinidad con ella.

Curtis y Miller (1986) hicieron creer a una parte de los participantes de su estudio que le gustaban a un desconocido y a otros que no eran del agrado de éste. Los que creían que gustaban fueron más simpáticos, autorreveladores, mantuvieron más contacto visual y hablaron de forma más afectiva con el desconocido que los que creyeron que desagradaban al desconocido.
¿Qué otros factores influyen en que alguien nos guste?
La atracción física es importante tanto a la hora de iniciar una interacción social como en las relaciones conyugales. Parece que en un inicio nos sentimos más atraídos por las personas que nos parece que tienen una apariencia física agradable y que es comparable a nosotros.
Por otra parte, cuando conocemos a alguien tendemos a agrupar los rasgos de personalidad en dos conjuntos. El primero englobaría los rasgos afectivos (cariñoso, alegre, amable, feliz, considerado…) y señales no verbales (sonríe, mantiene la mirada, expresa emociones en su rostro, etc). 
El segundo conjunto de rasgos de personalidad que consideramos tiene que ver con la competencia percibida (tiene una conversación interesante, sabe de lo que habla, sabe transmitir, no impone, etc).
La inteligencia es otro factor clave pero poco podemos decir ya que su papel en la atracción entre personas no está claro puesto que las investigaciones han obtenido resultados contradictorios. 
Por último, se desprende de la investigación en este campo que un rasgo desfavorable a la hora de sentirnos atraídos es percibir a esa persona como injusta o, lo que es lo mismo, cometiendo una injusticia.

¿Y el entorno no influye?
Sí. Las personas más próximas a nosotros nos resultan más atractivas. 
Bien sea porque el estar cerca favorece que nos relacionemos o porque a raíz de ver a esas personas y convivir con ellas pasan a convertirse en personas familiares y no amenazantes. 
Steinzormostró que las personas sentadas frente a frente se tienen en mayor consideración, quizás porque no pueden evitar relacionarse. Evans y Wilson realizaron un curioso estudio en el que analizaban las relaciones entre chicas universitarias que vivían juntas. 
Si lo que compartían era habitación en el 90% de los casos eran amigas y si compartían piso lo eran en un 69%. 
La proximidad física es importante a la hora de comenzar una relación.
En definitiva, las investigaciones realizadas hasta ahora indican que nos sentimos más atraídos por personas que tienen una forma de pensar similar a la nuestra, personas que son parecidas físicamente a nosotros, personas agraciadas físicamente, personas competentes, personas con facilidad de relación y personas justas. 
No buscamos, pues, nuestra media naranja, sino las naranjas más parecidas a nosotros. Curioso, ¿verdad?


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